Conoce a Dewey leemáslibros, el gato que inspiró el título de mi blog


17 de marzo de 2018

“La librería” de Penélope Fitzgerald, mucho ruido y pocas nueces


“Su solidaridad tanto con los vendedores como con los libros que envejecían irremediablemente, la convertían en una compradora algo imprudente.

Además, los vendedores llegaban de tan lejos que ella no tenía más remedio que llevarles a la cocina y ofrecerles un té.

Allí, con la esperanza de que tardarían todavía un tiempo en regresar a ese agujero dejado de la mano de Dios, los vendedores se podían permitir el lujo de revolver el azúcar y relajarse un poco”
Florence Green, una viuda solitaria apasionada por los libros y la literatura llega a una pequeña población costera de Inglaterra, Hardborogh, pretendiendo empezar de cero, rehacer su vida. Su sueño de siempre ha sido montar un negocio, en concreto una librería, porque ya de joven trabajó en una y siempre le quedó ese gusanillo en el cuerpo y la ilusión pendiente para un proyecto futuro.

Pero en Hardborogh, el típico pueblo de gente quisquillosa y de pocas aspiraciones culturales nadie quiere una librería, ni vecinos ni comerciantes.

A pesar de ello, y en contra de todo y de todos, consigue hacerse con una casa que lleva años abandonada y hasta según dicen está embrujada, “Old House”, y pide un préstamo para arreglarla un poco.
En Hardborough a los poltergeists se les llamaban “rappers”. Podían estar allí en el mismo sitio durante años, y de pronto desaparecer de un día para otro sin dejar rastro.
Una chiquilla de diez años, Christine Gipping, le ayudará en la empresa contra viento y marea.

¿Será capaz Florence Green de vencer todos los obstáculos interpuestos en su camino y conseguir hacer realidad su sueño o se verá obligada a desistir?

2 de marzo de 2018

"POR ENCIMA DE LA LLUVIA" de Víctor del Árbol, una novela que golpea ahí donde más te duele


“El tiempo podía convertirse en un despilfarro de horas. Miguel empezó a comprenderlo a los pocos días de estar en la residencia. Para evitarlo, el secreto consistía en disimular el tedio aplicando una atención desmesurada a los pequeños gestos.

Observaba a sus nuevos vecinos: algunos estaban enfrascados en sus partidas de ajedrez, en la lectura de un libro o en los paseos alrededor del jardín principal; otros charlaban en corrillos, se gastaban bromas, discutían las noticias que aparecían en televisión o languidecían sentados en un sofá frente a las buganvillas esperando la visita de familiares y disimulando la decepción cuando nadie llegaba.

A fin de cuentas, allí todos estaban por lo mismo: estaban solos, o como si lo estuvieran, y habían llegado cargados de recuerdos, dolencias y manías.”
Miguel y Helena se conocen en una residencia de ancianos en Tarifa, a una edad en la que creen haberlo vivido todo ya. A Miguel le asusta volar. A Helena le da pánico el mar. Los dos tienen hijos adultos y sienten que les han relegado a un plano casi ornamental. El dramático suicidio de un compañero de la residencia les abre los ojos. No quieren pasar sus últimos días recordando y añorando tiempos supuestamente mejores. Y juntos decidirán emprender el viaje de sus vidas, en el que descubrirán que nada es defi nitivo mientras queden ilusiones que perseguir.

Mientras tanto, en la lejana ciudad sueca de Mälmo, la joven Yasmina, hija de inmigrantes marroquíes y que sueña con ser cantante, vive atrapada entre el cuidado de su autoritario abuelo Abdul y el desprecio de su madre, para quien Yasmina es una vergüenza porque trabaja para un sueco de pasado turbio. Y vive un romance secreto con el subcomisario de la Policía sueca, un hombre mayor e importante.

Estos tres personajes dibujan una historia sobre el sentido del amor y sobre lo extraordinarias que pueden llegar a ser las personas comunes.

14 de enero de 2018

Reseñas 2x1: "VEINTE" de Manel Loureiro y "VAINILLA Y CHOCOLATE" de Sveva Casati

¡Hola a tod@s!
Antes que nada contaros que últimamente dispongo de muy poco tiempo para leer y reseñar, por eso he decidido llegado el caso (como en esta ocasión), juntar dos entradas (o más) en una sola. Además, os cuento que he añadido una nueva pestaña "Los abandonados" al gadget "Mi biblioteca" (en la sidebar derecha del blog) donde iré poniendo esos que no consigo terminar, que no me enganchan desde el principio y al final se quedan en el camino, como me ha ocurrido con el penúltimo libro que leí (más bien que intenté leer) "Maldad" de Tammy Cohen, que ya ha pasado a engrosar dicho listado.

Ahora mis impresiones sobre estos dos:


“El cerebro humano, incluso para quienes no envejecían, no estaba preparado para acumular siglos de experiencia. Llegaba un momento para algunos de ellos en el que la mera acumulación de días, el ver nacer, crecer y morir a generaciones y la falta de nuevos alicientes se volvía demasiado insoportable.

Sus mentes empezaban a derrapar por vericuetos cada vez más intrincados hasta que llegaban a un punto donde ya no tenían vuelta atrás. La decadencia había diezmado las filas de los Ancianos un siglo atrás, dejando apenas a un puñado con vida ”

Me gustan las distopias, disfruto con ellas, no sé muy bien porqué. Todo aquello que me haría infeliz en mi propia vida real, me gusta verlo reflejado en historias narradas con presentes y futuros caóticos.

"Veinte"es la primera obra de Manel Loureiro que leo, un autor gallego experto en argumentos apocalípticos, y auguro que no será la última.

¿Qué me ha parecido? ¿Me ha gustado?

Sí, me ha gustado esta novela que destaca quizás por la gran cantidad de personajes importantes y secundarios que tiene. Cada uno con sus peculiaridades, su papel determinado en una trama curiosa, creo que original, que trata un tema que aunque nos parezca lejano, ajeno, descabellado ¿quién sabe si en los tiempos que corren podría suceder?

Recomendable sobre todo a los amantes de las distopias y de los libros de acción, pero que probablemente hará disfrutar a todos los lectores. Porque si algo no falta es eso, mucha acción, muchas aventuras.






"Vainilla y chocolate" es un libro que me recomendaron (una usuaria de la biblioteca me dijo que le había gustado mucho) y me pilló en una de esas veces en las que me apetece cambiar de tercio, leer otras cosas que no sean distopias o thrillers, por lo que me aventuré de lleno en ella. Y me estampé...

Es una novela que no llega a ser romántica (aunque algo de romanticismo sí tiene) y que trata sobre algo que nos suena bastante: Penélope es una mujer casada que tras toda una vida aguantando a Andrea, decide abandonarlo, dejarle con sus tres hijos, el perro, la gata y todo el peso de la casa para que el solito se las apañe.

Y es que 18 años aguantando infidelidades de un marido que pasa de todo lo relacionado con el hogar, con los niños, es como para hartarse. Penélope ya se ha hartado y por eso huye a la casa de su abuela donde pasaban los veranos de su infancia, pone tierra de por medio para que ambos puedan darse un respiro y reflexionar sobre su relación, sobre su pasado, sobre su futuro.

¿Qué me ha parecido? ¿Me ha gustado?

Bueno..., la verdad es que no mucho. Al principio si me parecía que podría cuadrarme, pero según pasaba las hojas, se me iba haciendo pesado. Varias veces estuve tentada de relegarlo al apartado de los "abandonados", pero me picaba la curiosidad y quería conocer lo que pasaba al final con estos dos

Y yo confieso..., conseguí terminarlo leyendo la tercera parte del argumento rápidamente, saltándome párrafos y quedándome con lo que de verdad me interesaba saber. Pero la acabé.

El caso es que esta novela suele tener muy buenas críticas, suele gustar. Pero yo soy rara de narices, algunos ya me conocéis. O quizás no era el momento. No sé.

¿Habéis leído alguno de estos libros? Contadme contadme...

21 de noviembre de 2017

“MIDDLESEX” de Jeffrey Eugenides, un hermafrodita en busca de su propia identidad


“Me educaron en sentido femenino, y yo no albergaba duda alguna de que fuese una niña. Mi madre me bañaba y me enseñaba a lavarme.

A juzgar por todo lo que ocurrió después, me atrevo a pensar que, en el mejor de los casos, aquella instrucción en higiene femenina tenía un carácter rudimentario. No recuerdo alusión directa alguna a mi aparato genital. Me restregaba con fuerza.

Al aparato de Capítulo Once lo llamaban «colilla». Pero para lo que yo tenía ahí abajo no había palabra alguna. Mi padre era aún más remilgado. En las raras ocasiones en que me bañaba o cambiaba los pañales, Milton procuraba desviar la vista””
Middlesex nos habla de la familia Stephanides, desde el año 1922, cuando Desdémona y Leftie (los abuelos del protagonista) se ven obligados a huir de una Grecia tomada por los turcos, hasta la actualidad de Calíope Helen Stephanides (Callie para los amigos), que ya tiene 41 años y está enamorado de una mujer a la que teme perder, por culpa de su dualidad sexual.

Él mismo (¿o podríamos decir ella misma?) nos irá relatando a la vez que deja plasmado por escrito, todos los pormenores de su vida y de algunos de sus antepasados. Nos cuenta que nació chica y fue educada como tal, hasta que en la madurez sexual, su aspecto físico empezó a cambiar.
Yo nací apolínea, una niña de rostro luminoso y enmarcado en bucles. Pero, al aproximarme a los trece años, un elemento dionisíaco empezó a invadir sigilosamente mis rasgos. Mi nariz, delicadamente al principio y luego no tanto, empezó a arquearse. Mis cejas, espesándose más, también se curvaron. Algo siniestro, artero, literalmente «satírico» se deslizó en mi expresión.
La culpa de todo la tiene una mutación transmitida de generación en generación que desencadena “El síndroma de deficiencia de 5-alfareductasa” en su cuerpo.
El síndrome de deficiencia de 5-alfa reductasa es un falsificador muy hábil. Hasta que llegué a la pubertad y los andrógenos me inundaron el torrente sanguíneo, resultaba difícil distinguir las diferencias que me separaban de las demás niñas. El pediatra nunca observó nada anormal.   
En definitiva, ella y sus padres descubren por diagnóstico médico su condición hermafrodita, sus dos sexos y todos la presionan para que se opere y se convierta únicamente en hombre o en mujer.
Uno de cada dos mil niños nace con genitales ambiguos. En Estados Unidos, con doscientos setenta y cinco millones de habitantes, eso arroja una cifra de ciento treinta y siete mil intersexuales. Pero los hermafroditas somos personas como todo el mundo.

¿Conseguirán convencer a Callie? ¿Qué identidad sexual le escogerán para la operación, la masculina o la femenina?