Conoce a Dewey leemáslibros, el gato que inspiró el título de mi blog


19 de febrero de 2015

"TE LLEVARÉ CONMIGO" de Niccolò Ammaniti


"Un instante. Un maldito instante. El maldito instante en que el fanfarrón decide subirse al pretil.

El maldito instante en que tiras la piedra desde el puente. El maldito instante en que te inclinas a coger los cigarrillos, te incorporas y delante de ti, al otro lado del parabrisas, hay una figura boquiabierta despachurrada sobre las bandas blancas.

El maldito instante que ya no vuelve. El maldito instante capaz de cambiarte la vida. El maldito instante en que Pietro reaccionó y pisó el cable y tiró y el casete cayó en el agua con un simple... Plof"
Un maldito instante... Puede que toda nuestra vida gire en torno a un maldito instante, un fatídico momento, ese lapsus fatal que todo lo cambia, que te acompañará siempre. ¿Quién no ha sufrido algo así?

Dos son los protagonistas principales de esta historia, un niño y un adulto.

El niño se llama Pietro, tiene doce años y problemas de integración en el colegio, dificultades para relacionarse. Un chico introvertido, con un padre alcohólico violento y una madre enferma de los nervios,  atiborrada de medicinas. Pietro, el perdedor nato, el último de la fila, el infeliz sin amigos…
“A Pietro no le gustaba jugar al baloncesto, ni al voleibol, y aún menos al fútbol. No es que no lo hubiese intentado. Ya lo creo que lo había intentado, pero entre la pelota y él debía de haber un problema de incomprensión. Él quería que la pelota hiciera algo, y ella hacía justamente lo contrario. Según Pietro, cuando comprendes que hay un problema de incomprensión entre algo y tú, es mejor dejarlo. Además le gustaban otras cosas. Por ejemplo la bicicleta. Y le encantaban los animales. No todos. Algunos. Los que la gente dice que son asquerosos le gustaban muchísimo. Culebras, ranas, salamandras, insectos, esa clase de animales”.

El adulto es Graziano, Graziano Biglia. Carga a sus espaldas cuarenta y cuatro tacos y una merecida fama de ligón de playa. El sex symbol de Ischiano Scalo, el pueblo donde acontece la trama y a donde regresa Graziano, tras dos años de ausencia en Roma con Erica, su proyecto de noviazgo. Un noviazgo que nunca consiguió llegar a buen puerto. 

Y en algún punto del camino, el adulto y el niño se cruzan, entrelazan sus vidas.

    ¿Qué o quién unirá sus destinos? ¿Será para bien o para mal?

31 de enero de 2015

"TE PROMETO UN IMPERIO" de Juan Vilches


Un hombre joven y apuesto, de cabello rubio y profundos ojos azules, miraba fijamente a la elegante dama que permanecía sentada en un sofá en el otro extremo de la sala. Sin pestañear. Como si la vida le fuera en ello.

Alrededor de ella, como un enjambre de abejas, varios caballeros seguían su conversación completamente embelesados. Aquella misteriosa dama de mirada fría y serena, ejercía un extraño magnetismo sobre los hombres del que resultaba muy difícil escapar.

En un momento dado, el atractivo joven, ante el asombro de todos, se arrodilló y empezó a gatear en dirección al sofá. Los atónitos invitados se cruzaban miradas de perplejidad y estupor. No podían creer lo que veían. Todos estaban pendientes del grotesco espectáculo. Todos, salvo ella, que disfrutaba ignorándole por completo. Al llegar el hombre a sus pies, ella le acarició la cabeza como si fuera un perrillo. Por el amor de la enigmática dama, aquel hombre sería capaz de dejarlo todo. Absolutamente todo. Incluso un Imperio "
En 1940  (plena segunda guerra mundial), los duques de Windsor (Eduardo VIII  y su esposa Wallis Simpson) llegan a España para alojarse en el hotel Ritz de Madrid. Una España que arrastra todavía las secuelas de su propia contienda, inmersa en la hambruna y la miseria.

Por el amor a Wallis (una plebeya divorciada con un pasado cuestionable), la mujer de su vida y su actual esposa, Eduardo se vio obligado unos años antes, a renunciar al trono de Inglaterra en favor de su hermano Jorge VI, por la tajante oposición del Gobierno inglés, y la Familia Real británica a permitirle contraer matrimonio con ella.

En Madrid pretenden llevar una vida tranquila, contando con la expectación y la admiración del pueblo, pero todo se tuerce cuando Sinclair, el ayudante de campo del duque, aparece asesinado de un tiro en la cabeza en su habitación del hotel.

Por una parte Franco y el gobierno español prefieren retenerlos en España con objeto de defender sus intereses políticos, pero las altas esferas inglesas, prefieren su inmediato retorno a Londres.

El comisario Fontecha y el capitán Arturo Sotomayor (miembro del ejército español) serán los encargados de llevar a cabo la investigación del caso. Un caso que, a priori se prevé complicado, con escasas pistas y algún que otro sospechoso dentro del séquito de los Windsor.

¿Cuales habrán sido los verdaderos objetivos del asesino?  ¿Quizás matar al propio duque o a Wallis?  ¿Se habrá equivocado de víctima?

18 de enero de 2015

"TÚ Y YO" de Niccolò Ammaniti




“No empecé a hablar hasta los tres años y la conversación nunca fue mi fuerte. Cuando un desconocido me dirigía la palabra, le contestaba sí, no, no lo sé. Y si insistía, le contestaba lo que quería oír. Las cosas, una vez pensadas, ¿qué necesidad hay de decirlas?

Para hacerme jugar, mis padres me traían niñeras. Pero yo prefería jugar solo. Cerraba la puerta y me imaginaba que mi habitación era un cubo que erraba por el espacio desolado.

Los problemas llegaron en la escuela. Guardo pocos recuerdos de esa época. Me acuerdo del nombre de mis maestras, de las adelfas del patio, bandejas de papel de plata llenas de espaguetis humeantes del comedor. Y de los otros. Los otros eran todos los que no eran mi madre, mi padre y mi abuela Laura.
Lorenzo tiene catorce años, una edad tan difícil..., la plena adolescencia. Aunque él siempre se ha sentido especial, muy distinto a “los otros”, un desadaptado. Catalogado por los psicólogos de padecer un trastorno narcisista, incapaz de sentir empatía por los demás, e indiferente ante todo lo que quede fuera de su entorno afectivo.

Pero también es muy inteligente y sabe como pasar desapercibido, la única manera de que le dejen tranquilo.
“En no sé qué parte de los trópicos vive una mosca que imita a las avispas. Tiene cuatro alas, como todas las de su especie, pero las superpone de manera que parecen dos. Tiene el abdomen de rayas amarillas y negras, antenas, los ojos saltones y un aguijón de mentira. No hace nada, es buena. Pero, vestida como una avispa, infunde miedo a aves, lagartos y hasta a seres humanos. Entra tranquilamente en los avisperos, uno de los lugares más peligrosos y vigilados del mundo, y nadie la reconoce. Ya sabía lo que tenía que hacer. Imitar a los más peligrosos.”

Fingiendo ser uno de ellos, consigue engañarlos a todos, incluso a sus padres.
“Pero cuanto más representaba la farsa, más diferente me sentía. El abismo que me separaba de los otros se ahondaba más y más. Cuando estaba solo era feliz, con los otros debía actuar. Esto, a veces, me horrorizaba. ¿Tendría que imitarlos toda la vida?”

Llegando a inventarse incluso que Alessia Roncato, la chica más guapa del instituto, le ha invitado junto con otros compañeros a esquiar en la montaña. Está acorralado, ya no hay marcha atrás. ¿Qué puede hacer? Seguir con la farsa…

Lorenzo decide esconderse en el sótano de su casa y aprovechar para pasar su semana de vacaciones consigo mismo, lejos de todos, de “los otros”.

Todo va bien hasta que su hermanastra Olivia, nueve años mayor que él de la que poco sabe y hace mucho que no ve, se presenta en su guarida en busca de cobijo y ayuda. Ella le mostrará otra visión del mundo, su propio mundo, con todas sus miserias y debilidades.

¿Cómo será la convivencia entre ambos? ¿Cambiarán las cosas para Lorenzo?