“«Estoy… ¡Vivo!»
Permaneció sin respirar, paralizado en un pasmo de recién nacido. La repentina percepción del mundo anegaba su mente.
«Vivo…»
Abrió los ojos, acercó las manos al rostro y las examinó a través de la penumbra cálida.
«Maravilloso»
Estaba sentado, y se levantó con dificultad. Su mente aún seguía desplegándose, asumiendo su retorno al tiempo y al espacio. Lo inundó gradualmente la energía de un rencor eterno y paladeó su sabor amargo. El deseo de venganza rugía dentro de él como un incendio inmenso… pero no tenía ninguna necesidad de apresurarse. Era inmortal”
Permaneció sin respirar, paralizado en un pasmo de recién nacido. La repentina percepción del mundo anegaba su mente.
«Vivo…»
Abrió los ojos, acercó las manos al rostro y las examinó a través de la penumbra cálida.
«Maravilloso»
Estaba sentado, y se levantó con dificultad. Su mente aún seguía desplegándose, asumiendo su retorno al tiempo y al espacio. Lo inundó gradualmente la energía de un rencor eterno y paladeó su sabor amargo. El deseo de venganza rugía dentro de él como un incendio inmenso… pero no tenía ninguna necesidad de apresurarse. Era inmortal”
Ahora aquello parece formar parte del pasado, o al menos eso piensan ellos, creyéndose a salvo. Hasta que el pentáculo invertido (símbolo de los Khaosianos) en un mensaje procedente de Metaponte (lugar de residencia actual de Pitágoras) entra de nuevo en sus vidas presagiando lo que estaba por venir: unos episodios trágicos, dramáticos, cargados de una violencia capaz de sobrecoger hasta el más duro de los lectores.
Y por otro lado tenemos los capítulos que narran la actualidad, con Elena y Daniel como protagonistas. Dos superdotados y estudiosos de la mente humana que se conocen durante una reunión de Mensa en Madrid, una asociación que congrega individuos con cociente intelectual por encima de lo normal. Ellos también se verán involucrados en la guerra de los seguidores de Pitágoras y los seguidores de Khaos que dura ya 2500 años, una guerra que parece estar a punto de terminar ¿o no? De este modo entrarán a formar parte de la historia, de veinticinco siglos de luchas por la domincación.
¿Estaremos ante el fin definitivo de la comunidad pitagórica y en consecuencia el auge de la Khaosiana? ¿Vencerá el bien, o el mal?