¡FELIZ AÑO 2012!
Y muchas gracias por estar siempre ahí...
En total han sido 20 libros leídos, por una parte parecen pocos, pero por otra parte si tenemos en cuenta el poco tiempo del que dispongo para dedicarle a mi mayor hobby, pues creo sinceramente que no está nada mal.
Ha habido de todo: unos me han emocionado, otros me han gustado sin más, otros he conseguido acabarlos a duras penas, e incluso debo reconocer que he abandonado más de uno, que evidentemente no reseño. Y es que debo contaros que trabajando en una biblioteca y teniendo a mi disposición tantos y tantos libros, si alguno no consigue ilusionarme, haciéndome desear esos pequeños momentos especiales del día que saco para leer, directamente lo abandono, no pierdo el tiempo y cojo otro. Algunos pensaréis que quizás me pueda estar dejando en el tintero algo interesante y puede que tengáis razón. Pero no puedo evitarlo, con una lista tan grande en mi cabeza de lecturas pendientes, si alguno me aburre, se acabó, lo cierro y ¡a otra cosa mariposa...!
Algo parecido, pero a la vez muy curioso me sucedió con una gran obra, "Cien años de soledad" del genial García Márquez. Pues llevaba varios años en la estantería de mi casa y en una de esas en las que estaba desesperada por no tener nada entre manos (antes de trabajar en la biblio), lo cogí y empecé con él. A los pocos días, me aburría tanto que lo volví colocar en el estante del salón.
Y uno o dos añitos después, viéndome en la misma situación anterior, lo intenté de nuevo, sin demasiadas expectativas y para que veáis lo que son las cosas..., no sólo conseguí terminarlo, sino que me encantó y hoy figura entre mis preferidos.
Siempre me he preguntado que pudo pasar, como pudo ocurrir algo tan extremo. Pasando de no poder con él, a maravillarme su historia, su forma de narrar, en fin, todo. Puede que en cada momento de nuestra vida necesitemos un tipo de libros, o de formas de narrar, o tal vez nuestra disposición en el momento, o nuestro estado de ánimo, sean influyentes a la hora de nuestra percepción...