Conoce a Dewey leemáslibros, el gato que inspiró el título de mi blog


Mostrando entradas con la etiqueta Novela Romántica. Mostrar todas las entradas
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25 de diciembre de 2023

“MIRAFIORI” de Manuel Jabois


   Pasaje destacado
Portada de la novela del autor gallego Manuel Jabois editada por Alfaguara"Cuando no quieres creer en algo, lo primero que hay que hacer es asegurarse de que no se repita. Me puse a limpiarme de arena una bota y dije «¿qué fue eso?». Hay todo un género de preguntas que deben formularse mientras haces otra cosa, no como si no te importasen, sino para templar los nervios.

Así que en aquella playa pregunté «¿qué fue eso?» y entonces, al limpiarme la bota de arena, vi que en la suela tenía pegado el envoltorio de un chupachups Kojak, así que empecé a quitármelo raspando la goma con la uña, deseando que me llevase toda la mañana. Ya no quería una respuesta, de hecho, me había arrepentido de haber formulado la pregunta. Había que dejarlo correr. Como tantas cosas: las que nos pasaban y las que no nos pasaban nunca."


26 de mayo de 2023

“LA URUGUAYA” de Pedro Mairal


   Pasaje destacado
Portada del libro de Pedro Mairal, novela de un autor argentino adaptada al cine, infidelidad, paternidad"Me tranquilizaba sentir que había una parte de mi cerebro que no compartía con vos. Necesitaba mi cono de sombra, mi traba en la puerta, mi intimidad, aunque solo fuera para estar en silencio. Siempre me aterra esa cosa siamesa de las parejas: opinan lo mismo, comen lo mismo, se emborrachan a la par, como si compartieran el torrente sanguíneo. Debe haber un resultado químico de nivelación después de años de mantener esa coreografía constante.

Mismo lugar, mismas rutinas, misma alimentación, vida sexual simultánea, estímulos idénticos, coincidencia en temperatura, nivel económico, temores, incentivos, caminatas, proyectos… ¿Qué monstruo bicéfalo se va creando así? Te volvés simétrico con el otro, los metabolismos se sincronizan, funcionás en espejo; un ser binario con un solo de­seo. Y el hijo llega para envolver ese abrazo y sellarlos con un lazo eterno. Es pura asfixia la idea. ".

28 de abril de 2023

“OSO” de Marian Engel

Portada del libro de Marian Engel, publicada en 1976, autora canadiense
   Pasaje destacado
"Al parecer, siempre había habido un oso allí. Ese lord Byron que tanto le gustaba al primer coronel había tenido un oso. Jocelyn Cary tenía un oso. Y allí seguía habiendo un oso. La tía de Joe King, Lucy Leroy, de cien años, aunque quién lo diría, había cuidado del animal tras la muerte de Cary. Ahora Lucy se había ido. El oso estaba ahí detrás, seguramente dormía. Pero ella tenía que saber lo del oso.

Está aquí y pertenece a este lugar. No sé de dónde lo sacaron, no hay osos por los alrededores. Y, aunque puede que Lucy lo sepa, se ha ido a casa de su sobrina. No se me ocurría cómo diantres contártelo, pero me caes bien. Le pregunté a Joe antes de que se fuera y me dijo: “Que lo trate como a un perro”. Pero no te confíes demasiado hasta que el oso te conozca, porque es bastante viejo… Nadie recuerda exactamente cuánto, pero viven entre veinticinco y treinta años, conque muy joven no será. "

30 de marzo de 2022

"AL SUR DE LA FRONTERA, AL OESTE DEL SOL" de Haruki Murakami

Cubierta de la novela de Haruki Murakami, realista, japonesa, oriental, romántica
—Este mundo es igual. Si llueve, las plantas florecen; si no llueve, se secan. Los insectos son devorados por las lagartijas; y las lagartijas, por los pájaros. Pero, en definitiva, todos acaban muriendo. Y, después de muertos, se secan. Cuando una generación muere, la sucede la siguiente.

Es así. Hay muchas maneras de vivir. Hay muchas maneras de morir. Pero eso no tiene ninguna importancia. Al final, sólo queda el desierto. El desierto es lo único que vive de verdad


1 de diciembre de 2021

Reseña Exprés: “EL MONJE” de Matthew G. Lewis

Cubierta de la novela de Matthew G. Lewis, aventuras, fantástica, ciencia ficción, terror
Pues en Madrid lo encontraréis en boca de todos. Parece tener fascinados a todos sus habitantes, y aunque yo mismo no he asistido a sus sermones, me asombra el entusiasmo que ha despertado. La adoración que le tributan los jóvenes y los viejos, los hombres y las mujeres, es sin igual. Los grandes le colman de regalos; sus esposas se niegan a tener otro confesor, y en toda la ciudad se le conoce con el nombre de «Hombre santo»”.

Dicen que su sabiduría es de lo más profunda, y su elocuencia de lo más persuasiva. En el curso de toda su vida, jamás ha infringido una sola regla de su orden, ni se ha descubierto la más leve mancha en su persona; y se dice que es tan estricto observador de la castidad que desconoce en qué consiste la diferencia entre el hombre y la mujer

3 de abril de 2021

Reseñas 2x1: "LOS INCIDENTES" de Philippe Djian y "UNA ROSA SOLA" de Muriel Barbery.

Cubierta de la novela de Philippe Djian, autor francés, suspense
“El que una mujer invadiera de ese modo sus pensamientos era algo nuevo para él. Pensamientos invadidos, y no por el temor, el resentimiento, el deseo de venganza y las otras delicias que le inspirara su madre.

Tampoco por la turbia oleada de sentimientos en sordina que su hermana hizo siempre brotar en su interior. Invadidos en cambio por aquel tibio fluir que a ratos palpitaba como un torrente inabarcablemente bueno, bello y peligroso. Era algo tan, tan increíblemente nuevo."



Cubierta de la novela de Muriel Barbery, autora francesa, ambientada en Kioto
“Con cuarenta años, Rose apenas había vivido. De niña se había criado en una hermosa campiña, donde había conocido las lilas efímeras, los campos y los claros, las moras y los juncos de río, y, al atardecer, bajo cascadas de nubes doradas y aguadas rosadas, se había instruido en el conocimiento del mundo.

De noche leía novelas que moldeaban su alma con senderos e historias. Hasta que un día, como se pierde un pañuelo, había perdido su aptitud para la felicidad.”

12 de agosto de 2019

"VOY A HABLAR DE SARAH” de Pauline Delabroy-Allard

Cubierta de la novela de Pauline Delabroy-Allard, realista, erótica, romántica
“Escupe el humo hacia el cielo, formando una nube que se junta con las nubes. Hunde los ojos en los míos. Dice: <<Creo que me he enamorado de ti>>. 

Dice que se va a fumar otro cigarrillo para celebrar que ha sido audaz, valiente: suena en la oscuridad el chasquido de la cerilla, el olor del azufre se convierte para siempre jamás en el olor de la confesión que alivia, el olor de la realidad indecible que por fin se expresa, el olor de la verdad desnuda, que toma tierra, colocada ante mí como un regalo.”
Una noche, en una fiesta, dos mujeres se conocen por azar. Una, la narradora, vive su rutina de madre soltera y profesora con una pareja circunstancial. La otra es violinista, excéntrica, sensual y culta. Habla y ríe demasiado. Es Sarah.

A partir de entonces se suceden citas improvisadas, almuerzos, conciertos, lecturas, los cuartetos de Beethoven y la primavera en París. Hasta que un día Sarah dice: «Creo que me he enamorado de ti». Y se desata el amour fou, la pasión que quema a cada instante, y que, como ocurre con todas las grandes pasiones, no puede acabar bien.

15 de noviembre de 2018

"TODOS LOS VERANOS DEL MUNDO" de Mónica Gutiérrez Artero




“Cuentan que una vez, al pie de los Pirineos, alguien tuvo la estúpida idea de plantar jazmines en un jardín iluminado por lucecitas navideñas para que una novia perdida fuese capaz de encontrar de nuevo el camino, marcado en el cielo, de Nunca Jamás. 

Cuentan que fue entonces cuando aprendió a volar, por fin, para poner remedio a la soledad de un hombre, de ojos grises y manos impacientes, que tantas veces antes había dibujado, en las arenas blancas de un arroyo, las líneas de todos los veranos del mundo

"Helena no sabe cómo sobreviven las familias cuando coinciden todos sus miembros bajo el mismo techo, pero está a punto de averiguarlo. Decidida a casarse en Serralles, el pueblo de todos sus veranos de infancia, regresa a la casa de sus padres para preparar la boda y reencontrarse con sus hermanos y sobrinos.

Un lugar sin sorpresas, hasta que Helena tropieza con Marc, un buen amigo al que había perdido de vista durante muchos años, y la vida en el pueblo deja de ser tranquila. Quizás sea el momento de refugiarse en la nueva librería con un té y galletas, o acostumbrarse a los excéntricos alumnos de su madre y a las terribles ausencias. Quizá sea tiempo de respuestas, de cambios y vendimia. Tiempo de dejar atrás todo lastre y aprender al fin a salir volando.
"




Mónica Gutiérrez Artero nació y vive en Barcelona. Es licenciada en Periodismo por la UAB y en Historia por la UB. Su carrera profesional se ha desarrollado en el ámbito de la comunicación y la enseñanza. También es bookblogger  y escribe novela, relatos y poesía.

Debutó con "Cuéntame una noctalia" en Amazon. "Un hotel en ninguna parte" es su segunda novela. Las buenas críticas y ventas de este, mantuvieron a la autora durante medio año en el Top20 de los más vendidos de Amazon.

En noviembre de 2015 editó y publicó un libro de relatos, junto con otros autores, titulado "La librería a la vuelta de la esquina". En 2016 publicó "El noviembre de Kate" y en 2017, una novela feelgood sobre el amor a los libros, a las librerías y a los libreros: "La librería del señor Livingstone". En verano de 2018, publicó su última obra "Todos los veranos del mundo".

18 de julio de 2018

"LA CASA DE LAS MINIATURAS" de Jessie Burton, un fiel retrato de la sociedad holandesa en el siglo XVII.


“La fidelidad del aparador es sobrecogedora, como si la casa en la que viven se hubiera encogido y un bisturí la hubiera cortado en dos para dejar sus órganos al descubierto.

Las nueve habitaciones, desde la cocina de trabajo hasta el salón, pasando por el desván en el que se almacenan la turba y la leña lejos de la humedad, son réplicas perfectas.

Nella sabe de niños de Assendelft más ricos que ella a los que regalaron casa de muñecas, pero ninguna era tan espléndida"
Petronella con tan solo 18 años, es ahora la esposa de Johannes Brandt, un próspero, apuesto y rico comerciante muy conocido en Amsterdam. Procedente del campo, donde quedan su madre y sus hermanos, acude a la ciudad (otoño 1686) para vivir en la lujosa mansión de los Brandt junto a su marido, su hermana Marín y los dos criados Cornelia y Otto, siendo recibida con cierto desdén.

Como era de esperar, se siente muy sola y desconcertada: Marín es seca, autoritaria y cortante con ella, Johannes parece hablar todas las lenguas del mundo excepto la del amor y casi siempre está fuera por motivos de trabajo. Así que no le queda otra que acercarse a Cornelia y a Otto. Incluso las dos perritas Rezeki y Dhana le hacen más compañía.

Pero un regalo de bodas inesperado lo cambia todo: una casa de muñecas en miniatura, que es una réplica perfecta y exacta de su nuevo hogar. Lo primero que necesita es encontrar un buen miniaturista al que encargarle la decoración y los muebles de su recién estrenada “casa de las miniaturas”.
En Amsterdam es una marioneta, un recipiente en el que los demás vierten sus palabras. No se ha casado con un hombre, sino con un mundo. Los plateros, una cuñada, extraños conocidos, una casa en la que se siente perdida y otra en miniatura que le asusta.
Y empiezan a llegar los pequeños paquetes procedentes del artesano elegido que, además de "lo encargado", le envía otras cosas, otras miniaturas no solicitadas, con detalles que contienen pequeñas premoniciones que para su sorpresa, se terminan cumpliendo y pequeñas pistas sobre los secretos que esconden todos y cada uno de los habitantes de esa casa en la que “no es oro todo lo que reluce”

Nelly sospecha que están siendo vigilados, detenidamente observados, porque . . . ¿Como puede alguien externo a la casa conocer todas esas cosas sobre ellos?
Lo único que sé de ella, aparte de que se trata de una mujer, es que es alta y muy rubia, y que me mira como si me viera el alma Se ha metido en mi vida, señor mío, y las miniaturas que me envía son cada vez más desconcertantes. ¿Por qué motivo no me responde directamente, sino que prefiere convertirme en el centro de su trabajo? ¿Qué fuerzas se mueven en su interior para recrear mi vida en miniatura, sin que yo se lo haya pedido, pero de un modo exquisito y con un mensaje misterioso? 
Entonces asustada, decide cortar su relación de compra-venta, pero a pesar de ello, los “no encargos” le siguen llegando. En ocasiones cree haber visto por las calles de la ciudad a una mujer de cabello rubio observándola fijamente y con curiosidad, pero cuando ha ido tras ella intentando alcanzarla, siempre se ha esfumado desapareciendo entre la gente.
La he considerado mi maestra y ahora, que Dios me perdone, una profeta, pero si en su día fue un demonio que se dedicaba a espiar y usted se vio obligado a expulsarla, le ruego me lo haga saber por escrito.
¿Será ella la intrusa, la miniaturista? ¿le estará indicando con sus notas y sus pistas el camino a seguir? ¿Porqué es tan inaccesible y esquiva?

5 de mayo de 2018

“LLÁMAME POR TU NOMBRE” de André Aciman, mucho más que una bonita historia de amor homosexual


“Él era más yo de lo que yo lo había sido nunca, ya que desde que se convirtió en mí y yo me transforme en él, en la cama hace tantos años, iba a seguir siendo para siempre, mucho después de que hubiésemos tomado caminos muy distintos en la vida, mi hermano, mi amigo, mi padre, mi hijo, mi marido, mi amante, yo.

Durante las semanas que habíamos estado juntos aquel verano, nuestras vidas casi no se habían tocado, pero habían cruzado a la otra orilla, donde el tiempo se detiene y el cielo llega a tocar el suelo y nos entrega un muestrario de lo que nos pertenecía de forma divina desde que nacimos.

Miramos hacia otra parte. Nos lo dijimos todo. Sin embargo siempre lo hemos sabido, y no mencionar nada al respecto ahora lo confirmaba aún más. Habíamos encontrado las estrellas, tú y yo. Y esto sólo se consigue una vez”
Esta es la historia de Oliver, un aspirante a escritor con 24 años que decide pasar el verano en la villa de en un pueblo al norte de Italia donde cada verano, un profesor de universidad (el padre de Elio), ofrece alojamiento y asesoramiento a estudiantes y futuros escritores, a cambio de ayuda en sus quehaceres culturales. Y de Elio, un chaval de tan solo 17 años, en plena adolescencia y despertar sexual.

Elio es un chico muy culto para su edad, pero inexperto en temas de enamoramientos. Pronto empieza a sentir cosas por Oliver, indicios de lo que más adelante se convertirá en su primer y gran amor.
 Había deseado a otros chicos de mi edad con anterioridad y me había acostado con chicas. Sin embargo, hasta que él se bajó del taxi y se adentró en mi hogar, nunca me habría parecido ni tan siquiera remotamente factible que alguien tan contento consigo mismo hubiera querido compartir su cuerpo tanto como yo anhelaba ofrecer el mío.
Al principio, lo pasa fatal, porque está convencido de que no es correspondido. De que Oliver, ese chico terco, frío, imperturbable, que se despide de la gente de una forma tan peculiar (diciendo “luego” en vez de “adiós”) le ignora, que él es invisible ante sus ojos. Y sufre con sus ausencias, preguntándose a cada momento que habrá querido decirle con esto o con aquello, buscándole el significado a cualquier gesto o mirada.
«¡ LUEGO!» . Una palabra, una expresión, una actitud. Nunca había escuchado a nadie utilizar «luego» para despedirse. Me resultó arisco, seco y despectivo, dicho con la velada indiferencia de alguien a quien le daría igual no volver a verte o no saber nada de ti'.
Pero la pasión acumulada y reprimida llega un momento que tenía que estallar y estalla y por fin pueden permitirse darle rienda suelta a su deseo, al amor que surge entre ellos, hondo, potente, poderoso. El tiempo pasa inexorablemente y ambos saben que lo que empieza acaba, que el verano acabará en septiembre. Y de repente comienza la cuenta atrás, la vida a contra reloj, disfrutando y saboreando cada momento juntos, pero al mismo tiempo agobiados por el sufrimiento inevitable de la separación que saben no tardará en llegar y la triste incertidumbre de no saber si volverán a verse algún día.
Me di cuenta de que vivíamos con el tiempo prestado, que el tiempo es siempre prestado y que la empresa de préstamos nos cobra prima justo en el momento en el que estamos en la peor situación para pagar y necesitamos pedir más prestado.

¿Que pasará con ellos? ¿Seguirán juntos para el resto de sus vidas o será de esos amores imposibles que el destino se empeñará en recordarles siempre?

27 de marzo de 2018

“EL CIELO ES AZUL, LA TIERRA BLANCA” de Hiromi Kawakami, una historia de amor atípica y original difícil de olvidar.


“-¿Estoy soñando, maestro? -le pregunté.


-Sí, es probable. Podría ser un sueño -me respondió con aire divertido.


-¿Cuándo me despertaré?


-Quién sabe.


-Yo no quiero despertarme.


-Pero si es un sueño, tarde o temprano te despertarás. 


-No quiero despertar -repetí. 
-Yo tampoco -dijo él”
Un profesor de lengua japonesa jubilado y una antigua alumna suya coinciden por casualidad en una taberna después de mucho tiempo. Se sorprenden al comprobar que han pedido los mismos aperitivos: chalota salada, atún con soja fermentada y raíz de loto salteada.

Ambos están solos y entablan conversación, a partir de ese momento desean verse, continuamente se buscan y a veces se encuentran, porque saben donde buscarse, donde encontrarse.
¿Por qué no conseguía sentirme a gusto conmigo misma si estaba acostumbrada a estar sola? Pronto me cansé de viajar sin rumbo. Como tampoco podía salir a pasear junto al río al atardecer me quedaba en casa, holgazaneando y preguntándome si mi vida estaba siendo tan agradable como creía. Divertida. Dolorosa. Agradable. Dulce. Amarga. Salada. Cosquillosa. Picante. Fría. Caliente. Tibia. ¿Qué clase de vida había llevado hasta entonces?
Entre copas de sake, comidas frugales, y soledades compartidas, sus almas se van juntando y casi sin darse cuenta, sienten que se necesitan, se desean. Pero todo sucede despacio, sin prisas, y siempre con la persistente sombra de la gran diferencia de edad (casi treinta años) que les separa cerniéndose sobre sus cabezas, como una especie de agorero trasfondo.

¿Tendrá futuro la curiosa relación surgida entre el anciano Maestro y la treintañera Tsukiko?

14 de enero de 2018

Reseñas 2x1: "VEINTE" de Manel Loureiro y "VAINILLA Y CHOCOLATE" de Sveva Casati

¡Hola a tod@s!
Antes que nada contaros que últimamente dispongo de muy poco tiempo para leer y reseñar, por eso he decidido llegado el caso (como en esta ocasión), juntar dos entradas (o más) en una sola. Además, os cuento que he añadido una nueva pestaña "Los abandonados" al gadget "Mi biblioteca" (en la sidebar derecha del blog) donde iré poniendo esos que no consigo terminar, que no me enganchan desde el principio y al final se quedan en el camino, como me ha ocurrido con el penúltimo libro que leí (más bien que intenté leer) "Maldad" de Tammy Cohen, que ya ha pasado a engrosar dicho listado.

Ahora mis impresiones sobre estos dos:


“El cerebro humano, incluso para quienes no envejecían, no estaba preparado para acumular siglos de experiencia. Llegaba un momento para algunos de ellos en el que la mera acumulación de días, el ver nacer, crecer y morir a generaciones y la falta de nuevos alicientes se volvía demasiado insoportable.

Sus mentes empezaban a derrapar por vericuetos cada vez más intrincados hasta que llegaban a un punto donde ya no tenían vuelta atrás. La decadencia había diezmado las filas de los Ancianos un siglo atrás, dejando apenas a un puñado con vida ”

Me gustan las distopias, disfruto con ellas, no sé muy bien porqué. Todo aquello que me haría infeliz en mi propia vida real, me gusta verlo reflejado en historias narradas con presentes y futuros caóticos.

"Veinte"es la primera obra de Manel Loureiro que leo, un autor gallego experto en argumentos apocalípticos, y auguro que no será la última.

¿Qué me ha parecido? ¿Me ha gustado?

Sí, me ha gustado esta novela que destaca quizás por la gran cantidad de personajes importantes y secundarios que tiene. Cada uno con sus peculiaridades, su papel determinado en una trama curiosa, creo que original, que trata un tema que aunque nos parezca lejano, ajeno, descabellado ¿quién sabe si en los tiempos que corren podría suceder?

Recomendable sobre todo a los amantes de las distopias y de los libros de acción, pero que probablemente hará disfrutar a todos los lectores. Porque si algo no falta es eso, mucha acción, muchas aventuras.






"Vainilla y chocolate" es un libro que me recomendaron (una usuaria de la biblioteca me dijo que le había gustado mucho) y me pilló en una de esas veces en las que me apetece cambiar de tercio, leer otras cosas que no sean distopias o thrillers, por lo que me aventuré de lleno en ella. Y me estampé...

Es una novela que no llega a ser romántica (aunque algo de romanticismo sí tiene) y que trata sobre algo que nos suena bastante: Penélope es una mujer casada que tras toda una vida aguantando a Andrea, decide abandonarlo, dejarle con sus tres hijos, el perro, la gata y todo el peso de la casa para que el solito se las apañe.

Y es que 18 años aguantando infidelidades de un marido que pasa de todo lo relacionado con el hogar, con los niños, es como para hartarse. Penélope ya se ha hartado y por eso huye a la casa de su abuela donde pasaban los veranos de su infancia, pone tierra de por medio para que ambos puedan darse un respiro y reflexionar sobre su relación, sobre su pasado, sobre su futuro.

¿Qué me ha parecido? ¿Me ha gustado?

Bueno..., la verdad es que no mucho. Al principio si me parecía que podría cuadrarme, pero según pasaba las hojas, se me iba haciendo pesado. Varias veces estuve tentada de relegarlo al apartado de los "abandonados", pero me picaba la curiosidad y quería conocer lo que pasaba al final con estos dos

Y yo confieso..., conseguí terminarlo leyendo la tercera parte del argumento rápidamente, saltándome párrafos y quedándome con lo que de verdad me interesaba saber. Pero la acabé.

El caso es que esta novela suele tener muy buenas críticas, suele gustar. Pero yo soy rara de narices, algunos ya me conocéis. O quizás no era el momento. No sé.

¿Habéis leído alguno de estos libros? Contadme contadme...

1 de octubre de 2017

“MÚSICA PARA FEOS” de Lorenzo Silva, una preciosa historia de amor con banda sonora


“Pensé, también, que todas las canciones que él me mandaba eran, año arriba o abajo, de esos 80 que a mí me vieron nacer y en los que él había vivido su adolescencia y juventud.

En cierto modo pertenecíamos a mundos diferentes, y la música que escuchábamos y nos enviábamos lo delataba. Su sensibilidad se había educado en tiempos más ingenuos que los míos. La música que a mí me había saludado en el despertar a la vida adulta era menos pura, más resabiada: a la producción, con mucho más aparato tecnológico, se sumaba una especie de cálculo de los intérpretes, que era todavía más visible cuando hacían versiones de melodías antiguas”
Tres años han pasado desde aquel viernes cualquiera en el que Mónica salió de fiesta con su amiga Alba, sin otra pretensión que pasar el rato, ligar un poco, y bailar mucho en algún antro de mala muerte. Pero no contaba con que a veces la vida te sorprende y te pone en bandeja la felicidad, la oportunidad de salir a flote, de conocer a alguien especial.
Porque esa noche, en vez de estrellarme, encontré lo único hermoso y limpio que de veras he tenido
Y la vida sorprendió a Mónica, esa noche en la que conoció a Ramón, un hombre bastante más mayor que no para de mirarla mientras baila y que se ofrece a acompañarla a casa rechazando la invitación de subir a tomar algo.
Son las reglas. No se puede disparar contra quién no está en condiciones de dispararte a ti. No sería un blanco legítimo. Mejor si no has bebido. Voy a hacer una cosa. Voy a darte mi teléfono. SI te parece bien, mándame un sms con un lugar y una hora, para el sábado que viene. Y te lo piensas, y si entonces aún quieres, vas. Y si yo quiero, iré.
Ramón es una hombre sensible, misterioso, que prefieres expresar sus sentimientos a través de las canciones, pero tiene un secreto: su profesión. Mónica es periodista y él es . . ., eso no se lo desvela ni ese día, ni al siguiente, ni al otro.  Más adelante, cuando tengan más confianza, quizás lo hará.
He traído una canción. Quería que la oyeras un poco más tarde, pero creo que es mejor que te la ponga ahora. ¿Te dejas? No soy bueno con las palabras. A veces me cuesta decir lo que siento, y prefiero que alguien lo diga por mí. Escucha, por favor. 
Y cuando mejor están, él entonces le comunica  que debe irse por razones de trabajo, a no se sabe donde, ni a hacer qué cosa. Para entonces, algo muy especial ya ha surgido entre ambos y no hay vuelta atrás.
Lo que quiero contar, dejando a la imaginación y la preferencia de cada cual los detalles concretos, son las sensaciones con que se fue armando mi convicción de que aquel hombre era el hombre. De que aun enigmático y hasta cicatero en darme cuenta de su vida, era limpio y era de verdad y, por encima de todo, yo quería estar con él
Ninguno quiere separarse del otro, pero solo serán unos meses, unos meses que seguramente se harán eternos, con una letra distinta cada día, una música que los unirá para siempre.
La ausencia es aire, que apaga el fuego chico y aviva el grande
¿Cuál será el secreto de Ramón, su profesión? ¿Será algo tan malo como para hacer cambiar a Mónica su opinión respecto a él?

29 de junio de 2017

“LA MUJER DE LA LIBRETA ROJA” de Antoine Laurain, ¿destino o casusalidad?


“Laurent continuaba sentado en el suelo, rodeado de objetos, sumido en la lectura de la libreta Moleskine roja que contenía los pensamientos de la desconocida a lo largo de decenas de páginas, a veces tachados, subrayados o en mayúsculas.

La caligrafía era elegante y ligera. Debía de haberlos escrito por capricho, seguramente en terrazas de cafés o durante trayectos en metro.

Laurent estaba fascinado por aquellas reflexiones que se sucedían, aleatorias, conmovedoras, alocadas y sensuales”
Laure es víctima de un atraco una noche cuando regresaba a casa. Un desconocido le arrebata su bolso malva y al resistirse, ella se golpea en la cabeza.
El bolso ya no estaba allí. Estaba lejos, en las calles, arrebatado, volando en brazos de aquel hombre que había huido corriendo, que lo abriría y encontraría sus llaves, su documentación y sus recuerdos. Toda su vida. Sintió que los ojos se le llenaban de lágrimas ardientes. El miedo, la desesperación y la ira se entremezclaban con el temblor de las manos. 
Despierta del coma unos días después, sin sospechar que un desconocido lo ha encontrado, ha hurgado en sus retazos de vida y ha intentado por todos los medios dar con ella.
Un hombre no hurga en el bolso de una mujer; hasta las tribus más primitivas debían de obedecer esa regla ancestral. Seguro que los maridos en taparrabos no estaban autorizados a buscar una flecha envenenada o una raíz que mordisquear en el bolso de piel curtida de sus esposas. Laurent nunca había abierto el bolso de una mujer y nunca habría imaginado que pudiera tener tantos recovecos. Era más complicado que diseccionar un pulpo. 
Y es que desde que Laurent Letellier, librero de Le Cahier Rouge, se ha erigido como el guardián temporal de ese bolso abandonado encontrado en la calle, su única ilusión y propósito ha sido buscar a su dueña. A la dueña de todos los efectos personales que hay dentro, pero sobre todo de la libreta roja, escrita con sus gustos, deseos y miedos.
Había abierto una puerta que conducía al espíritu de la mujer del bolso malva, y aunque no era del todo apropiado leer las páginas de la libreta, no podía soltarla. Se acordó de una cita de Sacha Guitry: "Mirar a alguien que duerme es como leer una carta dirigida a otro"
 Ningún documento que la pueda identificar, tan sólo sus pertenencias.
¿Cómo sería aquella Laure a quien le gustaba comer en un jardín, le daban miedo las hormigas rojas, soñaba que hacía el amor con su animal de compañía transformado en hombre, llevaba un pintalabios de color coral y tenía un libro dedicado por Modiano? Laurent se encontraba ante una mujer rompecabezas.

¿Conseguirá Laurent encontrarla y devolverle el bolso malva con sus cosas?

14 de mayo de 2017

“MUJER BAJANDO UNA ESCALERA” de Bernhard Schlink


“Una mujer baja una escalera. El pie derecho se apoya en el último escalón, el izquierdo aún toca el escalón superior, pero ya se prepara a dar el siguiente paso.

La mujer está desnuda, su cuerpo es pálido, el vello del pubis y el cabello son rubios y el cabello brilla al resplandor de una luz.

Desnuda, pálida, rubia... Ante el fondo gris verdoso de una escalera y unas paredes difusas, se presenta al observador con una levedad en suspenso. Al mismo tiempo, con sus piernas largas, sus caderas redondeadas y plenas y sus firmes pechos tiene un peso sensual”
Un pintor (Karl Schwind), su obra ("Mujer bajando una escalera"), el dueño de la obra (el millonario Peter Gundlach) y La Mujer que baja la escalera (Irene Gundlach) son los personajes principales de esta novela narrada por el abogado mediador en el conflicto que propicia dicho cuadro.

Es, al observarlo en un museo de Sidney, cuando al narrador le van surgiendo en su mente las imágenes de todo lo ocurrido décadas atrás y el litigio en el que se vio envuelto por aquel entonces. Y empieza a recordar como…

La discordia surge cuando Karl le pide permiso a Peter para fotografiar su obra y éste se niega. ¿Qué motivos podía tener para negarse? Muy probablemente por rabia y celos, y ¿por qué? Muy sencillo: porque Irene abandonó a su marido y se fue a vivir con el artista, la típica historia: pintor pinta chica desnuda, se enamoran y acaban juntos.
No me deja. Dice que a él no le importa ese pequeño desperfecto, que no quiere que yo entre en su casa y que el cuadro no sale de allí

Cuando Karl consigue por fin ver su cuadro, comprueba que está dañado y entonces pretende restaurarlo.
Parece como si él le hubiera pasado un mechero por encima. Es mi cuadro. Tuve que venderlo y ahora está colgado en su casa, pero es mi cuadro. Quiero restaurarlo

Y lo restaura una y otra vez porque después vuelve a estar dañado una y otra vez. Y es que así son los triángulos amorosos (al que se une el propio abogado, siendo tres los hombres enamorados de la misma mujer) amor, odio, envidia, rencor…
Ha vuelto a dañar el cuadro. Trabajé durante dos días en la pierna y al tercer día, cuando iba a terminarlo, encontré una gota de ácido en el pecho izquierdo. El color se ha desteñido, la pintura ha saltado, se han formado ampollas

La disputa finaliza cuando Irene descubre un contrato de intercambio del que ella forma parte cual mera mercancía (su exmarido le devuelve al pintor su cuadro si éste le devuelve a su mujer), un simple trofeo y le propone al narrador huir con él y el cuadro. El muy iluso se lo cree y ella se va sola dejándoles a todos plantados y con un palmo de narices.

¿Volverán a encontrarse los cuatro algún día? ¿Que será de la enigmática Irene ?

10 de mayo de 2017

“EL DÍA QUE SE PERDIÓ LA CORDURA” de Javier Castillo, un thriller con toques románticos


“Llevo más de dos horas conduciendo hacia el fin. Hacia mi final. Mirando atrás, no me arrepiento de ninguna de las decisiones hasta llegar aquí, hasta este mismo momento.

Creo que nadie debería arrepentirse de sus decisiones. Debe aceptarlas, vivirlas, pedir perdón cuando proceda, pero nunca arrepentirse. La vida se compone de momentos fútiles, insignificantes decisiones tomadas por tu yo particular en cada instante, de manera más o menos meditada, pero siempre es uno quién las toma.

Nadie toma las decisiones por uno. Nadie me ha obligado a hacer lo que voy a hacer, pero sí se han dado las circunstancias adecuadas para que mi yo, mi ser, decida acabar con todo hoy”
El día que se perdió la cordura no fue el día en el que la policía detuvo a un hombre desnudo por el centro de Boston un 24 de diciembre, con una cabeza ensangrentada en la mano, no…
Camino por la calle tranquilo, con la cara desencajada y la mirada perdida. Todo parece que va a cámara lenta. Miro hacia arriba y veo cuatro globos de color blanco alzarse alejándose hacia el sol. Mientras ando escucho gritos de mujeres y noto cómo la gente a lo lejos no para de mirarme. A decir verdad, me parece normal que me miren y griten, al fin y al cabo, estoy desnudo, cubierto de sangre y llevo una cabeza entre mis manos. La sangre ya está casi seca, aunque la cabeza aún sigue goteando lentamente. Una mujer se ha quedado paralizada en mitad de la calle al verme. Casi suelto una carcajada al ver cómo se le cae la compra al suelo
La cordura se perdió diecisiete años atrás, en Salt Lake, cuando la familia de Steven (su mujer Kate, y sus dos hijas, Amanda y Carla) acude allí como cada verano a pasar unos días de vacaciones. Steven ya nunca podrá olvidar el día en el que lo perdió todo, y a todos, no solo a Amanda, desaparecida sin más de un día para otro.  
Porque ahí se originó todo. Justo el verano que llegué allí, se desencadenaron una serie de acontecimientos que dieron lugar, años más tarde, a que estemos tú y yo aquí esta noche, en Salt Lake.
Stella Hyden, experta en perfiles psicológicos del FBI, es la policía encargada de interrogar e investigar el conocido como el caso del “decapitador” en el centro psiquiátrico donde está recluido junto al director del centro, el doctor Jenkins.
Su mirada no denotaba arrepentimiento ninguno. Lo que más me ha inquietado, sin ninguna duda, ha sido esa maldita sonrisa
Cuando Jacob, que así se llama el susodicho presunto asesino, decide ponerse a hablar, le contará a Stella su sorprendente historia,  sobre cómo conoció a Amanda, su amada Amanda, su desaparición y de cómo ha intentado seguirle el rastro y lo que ha descubierto en el curso de todos estos años transcurridos desde aquel fatídico verano y de cómo y porque se ha convertido en un “decapitador”, o no…

¿Se conocerá algún día lo que le ocurrió verdaderamente a Amanda?

25 de junio de 2016

"ESTO NO ES UNA HISTORIA DE AMOR" de Jose A. Pérez Ledo, pero sí un relato con mucha ironía y humor.


“El amor romántico es la mayor ilusión colectiva de la historia, una estafa más o menos orquestada de la que todos los humanos, sin excepción, somos víctimas involuntarias.

Y no estoy hablando de tener pareja. Me refiero al concepto idealizado de amor romántico y a toda esa parafernalia que han montado alrededor.

Chico conoce chica (o viceversa), chico y chica se enamoran, discuten, rompen, se reconcilian, beso, música, funde a negro, títulos de crédito. Lo has visto millones de veces. Has crecido con ello”
Daniel Durán es un periodista de 35 años que lleva persiguiendo durante mucho tiempo el sueño de ser escritor.

Un día recibe el encargo de escribir la biografía del empresario Eduardo Montéis como regalo de su jubilación por parte de sus empleados y es a partir de ese momento, cuando la vida de Dani sufre un vuelco de ciento ochenta grados.

Recopilando información sobre la vida de Eduardo, conocerá a su hija Eva, que no se habla con su padre desde hace ya unos cuantos años.

Y... ¿quién le iba a decir a él, que nunca ha creído en el amor, al menos tal cual lo concebimos hoy en día la mayoría de los seres de este planeta, que se iba a enamorar irremediablemente de ella?
El amor romántico, en definitiva, no deja de ser una forma de evasión. Un entretenimiento, como los concursos de la tele o los sudokus, solo que mucho más sofisticado y, por eso mismo, también más entretenido. Matamos el tiempo enamorándonos y rompiendo, sumiéndonos en la tristeza y recuperando la esperanza únicamente para abstraernos de la enorme cantidad de problemas reales que nos esperan ahí fuera. Nos amamos para no enfrentarnos a lo absolutamente incomprensible que resulta lo demás.

¿Cómo podría el mayor escéptico sobre la faz de la tierra, saber lo que el amor incondicional es capaz de hacer con las ideas preconcebidas y estereotipadas que tenemos las personas? ¿Cambiará Dani sus puntos de vista sobre el amor?