Conoce a Dewey leemáslibros, el gato que inspiró el título de mi blog


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27 de agosto de 2017

“EL BUENO DE OLIVER” de Liz Nugent, un demonio con piel de cordero


“Con los años aprendí a camelármelas. No es tan complicado si eres atractivo, eres capaz de parecer listo y posees un humor irónico.

Actúa como si no te hubieras percatado de su presencia. Luego, poco a poco, empieza a mostrar interés, como si ella fuera un espécimen en un laboratorio.

Aguijonéala un poco con un atizador, manteniendo en todo momento las distancias. Ignórala durante periodos prolongados para ver cómo reacciona y luego dale un buen meneo. Casi siempre funciona"
Oliver Ryan ha agredido brutalmente a su esposa Alice. Ahora ella permanece en coma en un hospital de Dublín y nadie sabe si despertará algún día. Él es un escritor de libros infantiles muy conocido que ha firmado siempre bajo el seudónimo de Vincent Dax. “Es un tipo normal”, “nunca pensé que pudiera ser capaz de algo así,” son expresiones que escuchamos habitualmente en boca de gente cercana a un agresor e incluso a un asesino. Pero Oliver no es normal. Todos creen que le conocen, pero nadie sabe realmente como es.
Soy consciente de que no soy la persona más fácil del mundo. Me lo ha dicho Alice. No tengo amigos, por ejemplo. Los tenía, hace muchos años, pero no funcionó. Nos distanciamos y los dejé marchar, voluntariamente, imagino. Los amigos no son más que gente que te recuerda tus fracasos.
Una infancia complicada en un internado rodeado de miseria y pobreza, con importantes carencias afectivas, sin madre y con un padre que le ignora por completo que incluso le repudia. Y un verano fatídico, el del 73, en el que sucedieron cosas, muchas cosas, algunas buenas, otras terribles.

Todo va forjando su carácter, le convierte en un tipo con doble cara: encantador, atractivo, atento, embaucador, a los ojos de los demás, Pero egoísta, manipulador, envidioso, y cruel, para todo aquel que profundice un poco en su verdadero ser. Una joyita de hombre . . . De los que piensan:
Aunque yo no debería haberlo hecho, ella tampoco debería haberme provocado.
Sus allegados y conocidos, le cuentan al lector sus impresiones, sus vivencias con Oliver, algunos más sorprendidos que otros ante la brutal agresión que él mismo ha reconocido haber propiciado.

¿Que pudo llevarle a cometer tal atrocidad? ¿Se tratará de un hecho puntual, o uno más que añadir a su larga lista de secretos inconfesables?