Conoce a Dewey leemáslibros, el gato que inspiró el título de mi blog


Mostrando entradas con la etiqueta Álber Vázquez. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Álber Vázquez. Mostrar todas las entradas

1 de enero de 2016

“HAMBRE A BORBOTONES” de Álber Vázquez, canibalismo puro y duro.

 

“Nada se parece a un buen filete de carne humana. Nada iguala esa sensación única de deglutir un trozo de alguien igual a ti.

Deberíais probarlo. Dejar a un lado ese absurdo prejuicio que las sociedades han construido a lo largo de los milenios.

Somos miles de millones los que poblamos este planeta. Carne erguida sobre dos piernas que siempre se desaprovecha. Y no una carne cualquiera, no...

Estamos construidos con el sabor más intenso, más sugestivo y más fascinante de los que jamás han sido concebidos
Centenario no es un lugar normal. Allí se concentra probablemente la mayor cantidad de personas por metro cuadrado despiadadamente desalmadas, salvajes, sin ningún tipo de escrúpulos, entre ellos los Bonet.

Alicia, una mujer atractiva, inteligente y muy eficaz en su trabajo, regenta junto a su hermano Ismael (digamos el menos capaz de la familia y el típico cero a la izquierda), una galería de arte en la ciudad. Un buen negocio que además de servirles como tapadera, les permite de vez en cuando (no muy a menudo para no llamar demasiado la atención) hacer lo que más les gusta hacer: matar y comer carne humana.
Oculta al mundo que eres, desde que tuviste uso de razón, caníbal. Te  comes a la gente. Le sonríes cordialmente y, después, te la comes sin experimentar remordimiento alguno. No deseaba otra cosa en la vida. Lo deseaba con fruición. Un gran filete tostado por fuera y crudo por dentro. Delicioso.

Como Centenario parece que no se quiere privar de nada, también tiene su asesino en serie, Víctor Soldado, que ya ha actuado en varias ocasiones y que planea matar también a Alicia. ¡Pobre chico! Se está metiendo directamente en la boca del lobo… Y además no sabe que el inspector Mario Monge, sospecha de él y de sus macabros planes para con la delicada e indefensa galerista.
Yo mato gente, ¿sabes? Chicas. Chicas delgadas, menudas, guapas y rubias como tú. De hecho, me encantaría matarte, Alicia. De hecho, me encantará matarte, Alicia. Te reservo para un momento selecto y primoroso. Eres demasiado bella, demasiado angelical como para desperdiciarte en un apresuramiento.

También hay un secuestro en el que participa Ismael, deseoso siempre de vivencias extremas y una pareja que demuestra su amor a bocados, con ofrendas de trocitos de ellos mismos para saciar su “hambre a borbotones".

Y enmedio de  todo este elenco de circunstancias locas y descabelladas...

¿Podrá el inspector evitar lo que parece inevitable? ¿Cómo acabará todo?